Sin sorpresas y en medio de un clima general de apatía, de esto es lo que hay. Así llega UPN al congreso que celebrará el domingo y que renovará la dirección y los principales órganos del partido.

Javier Esparza deja la presidencia y Cristina Ibarrola, exalcaldesa de Pamplona, tomará el testigo junto con el alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, que será vicepresidente, y Cristina Sota, exalcaldesa de Tafalla, que será la secretaria general.

La nueva terna, la única candidatura presentada después de los intentos fallidos de un pequeño grupo de militantes –que denunció trabas por parte del aparato de UPN– para ofrecer una alternativa, estará apoyada en una ejecutiva continuista repleta de nombres con mucho mando en la anterior etapa.

Sin ir más lejos, el propio Esparza pasará de la presidencia a la ejecutiva –como expresidente le corresponde un asiento como miembro nato– y la secretaria general Yolanda Ibáñez no solo formará parte de la ejecutiva, sino que es la coordinadora del congreso.

Una prolongación de equipos que pone en cuestión el cambio profundo que necesita el partido, perdido en una larga travesía en la oposición que va camino de los nueve años y con toda la parte de los pactos políticos –desde lo más urgente, qué hacer en las europeas; al medio plazo, qué alianzas pendiente de definir– sin definir.

El único interrogante

El único interrogante será conocer el respaldo que obtiene la candidatura de Ibarrola, ya que los afiliados podrán votar a pesar de ser la única candidatura. No era lo inicialmente previsto.

El aparato del partido trató de que, en caso de lista única, fuera proclamada sin mediar urnas. Varios militantes, algunos bien reconocidos –como el todavía secretario de Organización, Pachi Pérez, o el diputado, Alberto Catalán–, plantearon en el proceso de enmiendas que eso no podía hacerse, que era poco democrático. Así que se corrigió durante el consejo político del pasado 6 de abril.

Polémica en la ejecutiva

Además de a los cargos unipersonales –que así conocen en UPN la terna presidente-vicepresidente-secretaria general–, la militancia podrá elegir a los 21 puestos de la ejecutiva que renovará el congreso.

Ibarrola llegó al consejo político del pasado día 6 flanqueada por tres personas que estarán en su ejecutiva: Ángel Ansa, Miguel Bujanda y Guillermo Chaverri Unai Beroiz

La ejecutiva es un órgano más amplio del que una serie de personas –expresidentes, líderes de Juventudes, cabezas de lista en Pamplona y Tudela– son miembros natos.

Pero otra parte la elige el congreso, que renueva 21 nombres. Hace unos días, la noticia era que un grupo de once militantes críticos con los manejos de Ibarrola y Toquero para el congreso habían decidido presentarse a la ejecutiva.

Una forma de protesta, aunque incompleta

Era una forma de protestar después de no haber sido capaces de sacar adelante una lista alternativa. Esta misma semana, los once críticos decidían retirar sus candidaturas después de denunciar las trabas puestas por la coordinadora del congreso, Yolanda Ibáñez, tal y como relató en este periódico uno de los nombres propios de ese sector, Julen Sesma, que es portavoz de UPN en Huarte.

"La entrega de papeletas motivó la retirada de las candidaturas por parte de un sector de militantes que ha criticado los manejos de Ibarrola y Toquero"

El detonante fue “la negativa de Yolanda Ibáñez”, la actual secretaria general del partido, a facilitarles papeletas en blanco para que puedan distribuir entre los afiliados, una demanda que habían realizado para “dotar al proceso de la mayor transparencia posible” y que fue rechazado, denunciaron. Por lo tanto, la próxima dirección del partido también está definida, como ya publicó este periódico la semana pasada.

La nueva presidenta del partido tendrá como principal objetivo llevar a UPN a gobernar las instituciones. Deberá definir la hoja de ruta política y de pactos. En la presente legislatura, están en la oposición en el Parlamento de Navarra y en el Ayuntamiento de Pamplona, en este después de una moción de censura que dio la alcaldía EH Bildu. De los grandes municipios ostentan la alcaldía de Tudela, y las del Valle de Egüés, Barañáin y Estella-Lizarra.