EL avance y evolución de la ciencia podológica ha ayudado a corregir y eliminar las deformidades del pie mediante una técnica innovadora. Se trata de la Cirugía de Mínima Incisión, también conocida como cirugía MIS.

El dolor de los pies puede ser por varios factores, siendo los más comunes el juanete (Hallux Valgus), los dedos en garra, dedos en martillo, picos óseos, deformidades, etc. Estas patologías generan prominencias óseas que den lugar a deformidades en el pie. Podría parecer que solo afectan a la alineación natural y estética, pero también pueden resultar molestas y a veces muy dolorosas.

En cualquier caso, existen diversas técnicas para hacer esta corrección y la elección del método adecuado dependerá de factores como la gravedad de la deformidad, la calidad ósea, la edad del paciente o la presencia de enfermedades sistémicas. En la consulta, el podólogo cirujano valorará cuál es la técnica quirúrgica más adecuada en cada paciente, siendo así un tratamiento personalizado.

¿En qué consiste?

La cirugía de mínima incisión del pie se realiza en régimen ambulatorio con anestesia local y el paciente entra y sale caminando de la consulta. Consiste en realizar incisiones de 2 o 3 mm a través de las cuales se introduce el material necesario para realizar la intervención. Esto ayuda a que se reduzcan enormemente las infecciones y a que la evolución de la cirugía sea más rápida para poder retomar la vida cotidiana.

Durante la Cirugía MIS se utiliza la última tecnología, realizando una ecografía y RX (fluoroscopio) para facilitar las correctas técnicas minimamente invasivas. Además, en el postquirúrgico se recurre al uso de terapias láser y radiofrecuencia para facilitar la rápida recuperación.

Tras la intervención, se realiza un vendaje funcional que deberá llevar el paciente durante 4-6 semanas. Esto es debido a que no se introducen placas, grapas, agujas o tornillos. Se realizan revisiones una vez a la semana junto con el cambio de vendaje para proporcionar un control postquirúrgico, realizando un seguimiento exhaustivo supervisado por el podólogo cirujano tras la cirugía para verificar y comprobar que el paciente evoluciona satisfactoriamente.

Después de la cirugía de mínima incisión al paciente se le recomienda utilizar zapatillas deportivas cómodas. A medida que la inflamación disminuye, se puede volver a utilizar cualquier tipo de calzado, pero es recomendable optar por calzado fisiológico que evite punteras estrechas y tacones altos. Se aconseja plantillas a medida para abordar las alteraciones biomecánicas del pie y prevenir futuras complicaciones.

Más información

La Clínica Podológica Ayesa está ubicada en el ll Ensanche de Pamplona y al frente está el podólogo Javier Ayesa Roa. En su clínica tratan patologías dérmicas y ungueales, estudios de la pisada, fascitis plantar, espolón, dedos en garra, dedos martillo etc, y ofrecen una valoración quirúrgica gratuita para una posible intervención.

También, pueden contactar en el teléfono 948.15.36.22 o visitar la web www.clinicaayesa.es

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