El periodo de reflexión personal de cinco días de Pedro Sánchez ha dado paso un nuevo marco de discusión. Los bulos, la desinformación y la polarización, que dan como resultado la crispación, la judicialización de la política y un desapego ciudadano cada vez mayor. Tras hacer públicas sus dudas sobre si seguir o no en La Moncloa, Sánchez ha optado por hacer un “punto y aparte” y “plantar cara” a un escenario que tampoco es nuevo, pero que se ha convertido en la nueva prioridad del presidente del Gobierno, que sigue sin presupuestos y con una mayoría parlamentaria pendiente del resultado de las elecciones catalanas.

Al nuevo marco de discusión se ha sumado el Gobierno de Navarra, que apuesta también por una “regeneración democrática que permita recuperar desde las instituciones la confianza ciudadana”. La presidenta, María Chivite, ha remitido al presidente del Parlamento, Unai Hualde, una carta en la que le propone una reunión “a la mayor brevedad” para impulsar “este camino de fortalecimiento democrático e institucional”, y “visualizar un mensaje de unidad y compromiso compartido por parte del Ejecutivo y el Legislativo”. 

Chivite considera que si las instituciones se “comprometen” y “avanzan” en esta dirección lograrán que la ciudadanía les acompañe “en esta tarea fundamental y especialmente necesaria en el actual contexto de alerta global ante el peligro de la desinformación y la desestabilización”. Justifica esta decisión en que “estos días el contexto nacional y europeo están contribuyendo a poner en el foco del debate público el riesgo democrático que suponen la desinformación, la polarización y los discursos deslegitimadores de las instituciones y del odio”. 

Por lo que aboga por hacer “una reflexión conjunta para poder trasladar al espacio público, al debate político parlamentario y al conjunto de la ciudadanía”, desde unos valores y principios basados “en el respeto, ética, diálogo constructivo y crítica informada”.

La respuesta de Hualde: Mano tendida

La carta ha sido recibida con sorpresa en el Parlamento, que tiene abierta su propia reflexión interna sobre cómo limitar los discursos que incitan al odio y a la xenofobia. La entrada de Vox en la Cámara ha generado algunas situaciones de tensión por ese motivo, y se está trabajando con el departamento de Políticas Migratorias un protocolo de actuación para evitar situaciones no deseadas, y que puede ser también aplicado en otras instituciones. “Nos hemos reunido para perfilar un texto que pretende ser una guía contra la xenofobia y los discursos de odio”, ha replicado Hualde.

El presidente del Parlamento lamenta que “la crispación” que se respira en Madrid se haya trasladado a Navarra y defiende la necesidad de “dar ejemplo” y mantener “unas mínimas formas de educación, de respeto e imagen en el debate”. Hualde, señala en su respuesta, espera poder reunirse en los próximos días con Chivite porque comparte “la necesidad de ofrecer una imagen de unidad y compromiso, respeto, ética y diálogo constructivo”. Tanto la carta de la presidenta como la respuesta de Hualde se han traslado a la Mesa del Parlamento como forma de implicar al resto de partidos, así como “al tejido asociativo”.

UPN se desmarca

La iniciativa cuenta ya con el rechazo de UPN, que acusa a los socialistas de querer “anular la independencia de la justicia” y ahora también “al poder legislativo y a la oposición democrática”. “La alternancia en el poder es un principio básico de la democracia. No nos van a callar”, señalan los regionalistas, que acusan a Chivite y al PSN de “practicar la desinformación y el bulo” y de “embarrar la política siempre que tiene ocasión”.

Además, UPN acusa a Chivite de "estar buscando solo que nadie critique su gestión". "Una vez más, imita a Sánchez, mandando una carta en la que se inventa una realidad que solo existe en la historia que quiere contar el socialismo de forma victimista y sin justificación alguna", han señalado desde UPN.

Los regionalistas se han pronunciado sobre la misiva al Parlamento "negando la mayor, puesto que no hay ningún riesgo democrático". "Vivimos en una democracia plena y solo están buscando que no haya oposición y que no se les pueda criticar", han apuntado.