Osasuna va a afrontar el partido de este domingo contra el Betis con una lista de efectivos reducida, ya que se han ido acumulando los problemas en las últimas semanas y se ha ido adelgazando la nónima en el grupo.

La plantilla se entrenó este viernes en Tajonar con una mínima presencia de jugadores, lo que anuncia una situación similar para el encuentro de este domingo en El Sadar. La sesión fue de recuperación, se centró en los partidillos de fútbol tenis, pero ante la ausencia de personal incluso le tocó a Jagoba Arrasate participar en algunos de ellos, ya que el segundo entrenador, Bittor Alkiza, se tuvo que ausentar al sufrir un problema.

Arrasate, como también el preparador físico, Sergi Pérez, se unieron al grupo de jugadores compuesto en esta sesión light tan sólo por catorce futbolistas: Iker Muñoz, Rubén García, Lucas Torró, Pablo Ibáñez, Moncayola, Unai García, Raúl García, Arnaiz, Juan Cruz, Catena, Areso, Herrando, Rubén Peña y Mojica.

Iker Muñoz y Rubén García, ganadores de la sesión de fútbol tenis. Oskar Montero

Osasuna tiene de baja a Aimar Oroz, Kike Barja, Ante Budimir, David García y Moi Gómez, este último lesionado en la sesión de este jueves y que, en principio, no tiene muchas posibilidades de participar el domingo –Moi, Aimar y Budimir se ejercitaron ayer de manera individual–.

Arrasate, que hoy realiza la última sesión de la semana a puerta cerrada, se va a encontrar con los efectivos mínimos ya que a los catorce jugadores de campo disponibles podrá unir a tres porteros –Sergio Herrera, Aitor Fernández y Stamatakis–, salvo que decida la inclusión de algún jugador de las categorías inferiores –el Promesas juega el domingo a las 12.00–. Osasuna ya estuvo en Granada con el personal justo en cuanto a jugadores de campo –no porteros–. De hecho, jugaron todos con las cinco sustituciones.

El equipo realiza este sábado por la mañana la última sesión de entrenamiento, a puerta cerrada, y el técnico conocerá el estado de los jugadores con problemas físicos.

SALVACIÓN SIN JUGAR

Osasuna puede firmar este sábado la salvación matemática sin necesidad de esperar a sumar más puntos. El Cádiz, que marca la línea del descenso con 26 puntos, juega en el campo del Real Madrid (16.15) y una derrota a falta de cuatro jornadas –doce puntos en juego– dejaría a los rojillos con la permanencia matemática en el bolsillo ya que tienen 39 puntos –trece de diferencia–.