“La mujer no tiene que estar esperando la boda. La mujer tiene que hacerse con un trabajo, y no de cualquier manera, sino un trabajo bien remunerado. Lo mismo en lo que respecta a la educación. Es necesario que se valga de la educación para poder tener independencia económica porque está preparada, como el hombre, para llevar adelante cualquier estudio.”

Esto que ahora firmaríamos casi todos a ojos cerrados lo dijo hace 100 años y cinco meses la pamplonesa Julia Fernández Zabaleta, feminista, nacionalista y maestra, en un discurso en Donostia. Nacida en la calle Dormitalería, estudió Magisterio en la Escuela Normal de Pamplona y aprendió euskera. Con 18 años recibió una beca del Ayuntamiento de 300 pesetas para acudir a un curso que iba a impartir la pedagoga italiana María Montessori en Barcelona. A la vuelta escribió un completo informe gracias al cual este novedoso método pedagógico llegó a nuestra ciudad. En sus clases en las escuelas de San Francisco, organizaba salidas a pueblos y fomentaba el aprendizaje a través de los sentidos, el juego y las canciones.

Desde su fundación en 1923, Julia se puso al frente de Emakume Abertzale Batza, la organización femenina del PNV y esto le trajo sanciones y la destitución de su cargo en 1937.

La historia de Julia, como la de tantas otras personas “no afectas al régimen”, ha sido silenciada y escondida, pero muchos trabajan para que todo esto no se pierda en el olvido. Julia pronto va a tener una calle en Txantrea Sur y hasta una pastoral propia, un espectáculo en euskera que combina teatro, música, canto y danza y que va a estrenar este sábado la asociación Zaldiko Maldiko en las escuelas de San Francisco. Y yo sin entrada, en fin…